Día 27 - Debutó con un peluquero

Estar en Santos y no comerte un pebete conocer Vila Belmiro es como nunca haber pisado Santos. Si hay algo interesante en esta ciudad del litoral paulista, además de su gran puerto y sus playas, eso es el estadio Urbano Caldeira, escenario de míticos partidos de la Copa Libertadores y cuna de grandes jugadores, todos opacados por la figura del Bufarrei Rey Pelé.

El día 27 de #MundialBaldosero arrancó con ese simple programa: conocer la cancha del Santos y grabar algunas imágenes para el documental. A favor, teníamos la corta distancia (en auto, estábamos al toque). En contra, teníamos a la FIFA, que por tratarse de un campo de entrenamiento del Mundial (ahí practicó Costa Rica hasta hace unos días), no permitía el acceso de la gente al estadio, ni siquiera a los prestigiosos periodistas de En Una Baldosa (?).

 

                  El único busto que le gusta tocar a Pelé

La única opción que teníamos, era la de recorrer el Memorial das Conquistas, para ver los trofeos más importantes, sobre todo las Libertadores de 1962, 1963 y 2011. Como no tenemos hinchas de San Lorenzo en el staff y la Copa ya la conocíamos, decidimos activar el plan B: buscar testimonios en los alrededores del estadio. Y ahí, entre casas de familia y algunos bares (casi todo decorado con los colores de Brasil y el escudo del Peixe), encontramos un local que nos llamaba realmente la atención: El Cabeleireiro do Pelé.

 La raya al medio es TT en esa peluquería

Una peluquería frente a un estadio , el sueño de Viatri. Hasta ahí nada demasiado raro (Racing tiene una en el Cilindro mismo, por ejemplo), pero sólo había que acercarse y hablar con el peluquero, Didí, para empezar a encontrar las particularides.

Para empezar, el tipo se autoproclama como el peluquero de Pelé (dice que es el único que le toca la cabeza desde hace 60 años, más o menos a la edad del debut). No creemos que le corte el pelo ahora, pero algunas fotos en blanco y negro atestiguan que allá lejos y hace tiempo peinaba a O Rei (para adentro, obvio).

El diseño de interiores no se remite sólo a imágenes. La peluquería está llena de cuadritos, banderines, camisetas y memorabilia de todo tipo relacionada al Santos, pero principalmente a Edson Arantes. Se nota, a las claras, que entre Didí y Pelé hubo mucho más que una relación entre peluquero y cliente.

  Dándole la espalda al Bufarrei...miedo.

Y hablando de clientes, Didí parece tratar como tal a todo el mundo. Desde que llegamos y le explicamos que queríamos entrevistarlo y mostrar su lugar de trabajo, no hizo otra cosa que pedirnos algo a cambio. Y ese algo era dinero. Primero, intentó vendernos una camiseta. Le dijimos que no. Después, quiso que le compráramos una toalla de mano, supuestamente usada y firmada por Pele, vaya uno a saber en qué circunstancias. Nos negamos nuevamente. Por último, nos pidió una tarifa: ¡100 reales! Ese era el costo de la nota. Cuando nos dimos vuelta para irnos a la mierda, intentó seducirnos con un milagroso descuento del 50%. Demasiado tarde y demasiado chanta. Ahí entendimos que entre Pelé y Didí, no hay mucha diferencia. Como dijo el Diego, el grone siempre anda con el saquito de la publicidad.

                         Hasta los libros lo confirman

Antes de abandonar el barrio Vila Belmiro (que le otorga la denominación más popular al Urbano Caldeira), decidimos pasar por Vila do Santos, la tienda oficial del club. Ahí conseguimos algunas casacas del Peixe a buen precio (30 reales, cuando normalmente están 150), mucho más económicas que una nota y una toalla.

Porque si hay algo que cuidar en Santos, eso es el bolsillo. En cualquier lugar te rompen el culo.