Día 25 - El hipsterismo ha muerto

Hipster de acá, hipster de allá. ¿Qué carajo es un hipster? Tratamos de elaborar una idea que se acerque a una definición que pueda entender hasta tu vieja, pero se nos hizo difícil (elaborar la idea, no tu vieja). Resumiendo, podríamos decir que el hipsterismo hace referencia a todo aquello que va por los caminos alternativos, escapando de lo mainstream. Generalmente se asocia esa subcultura a la música o al cine. Pero, ¿puede convivir también con el fútbol? Parece que sí.

Lo contradictorio del hipsterismo es que, pese a que mucha gente no puede entenderlo, en los últimos tiempos se ha convertido en una moda, precisamente todo eso que los hipsters no quieren ser. Reconocerlos, entonces, es muy fácil. Lentes de marco grueso, gorro de lana, bufadas, bolsos y accesorios retro, vintage o viejos, como gusten llamar (?). Así como se viste Tinelli. Re poco mainstream, ¿viste?

La involución del hipsterismo (?)

El deporte, mal que nos pese, no ha sido ajeno a ese fenómeno. Desde los jugadores de la NBA, hasta los futbolistas más importantes de las ligas del mundo, han caído en la tentación de hacerse pasar por independientes o alternativos. Un caso bien claro es el del delantero Daniel Osvaldo, que de tan hipster terminó poniéndose la camiseta de Italia...para quedar afuera de la lista del Mundial. O el de Rogelio Funes Mori, que de tan hipster terminó jugando en el Benfica B, porque el posta es demasiado conocido (?).

Pero ojo, porque no sólo los jugadores forman parte del movimiento hipster. También hay equipos. Y uno de ellos, tal vez el más emblemático, es el de Bélgica, la aclamada selección europea que mucho antes de arrancar el Mundial tenía la chapa de sorpresa. Sí, de sorpresa, no de candidata. Porque aspirantes al título son Brasil, Alemania, Argentina, Holanda. Los mismos de siempre. Y si hay algo que le molesta a los hipsters, ya sabemos, es ser uno más del montón.

La estocada final para una moda

Desde que arrancó la Copa, el staff de #MundialBaldosero estuvo esperando este momento: la eliminación de Bélgica. Pero no por Bélgica en sí, que como equipo hizo unas eliminatorias impecables y un mundial por demás aceptable. Estábamos esperando este momento para ver qué decían los hípster argentos de la pelota. Esos que se creen que saben más de fútbol porque conocen a Jan Vertonghen o a Axel Witsel, pero no tienen la más puta idea de cómo llegar a la cancha de Liniers.

 La Pantera y la belga. #AmorBaldosero

Y hablando de viajes, hoy salimos temprano desde Florianópolis para seguir la ruta hacia Rio de Janeiro como destino final. Hicimos escala en Curitiba para mirar el partido de cuartos en el Fan Fest. Y ahí, entre algunos hipsters brasileros que hinchaban por Bélgica, descubrimos a muchos argentinos que cometían, por última vez en 24 años, la hipstereada esa de alentar por una selección que no llega a semifinales.

Jugar 7 partidos también es mainstream. El hipsterismo ha muerto.