Amor a la guita: Gilbert Bodart (Bélgica)

Beneficiado por pertenecer a la generación dorada del fútbol belga, pero perjudicado al estar tapado por dos leyendas del arco como Jean Marie Pfaff en 1986 y Michael Preud Homme en 1990, Gilbert Bodart se las rebuscó para integrar las listas de su Selección que viajaron a dos Copas del Mundo. Eso si, de minutos sumados en la cancha ni hablar. Lo suyo, a nivel FIFA, pasó por estar sentado al borde del banco de suplentes sin siquiera calzarse los guantes en alguna ocasión.

Surgido en el Standard Lieja (1981/96), donde marcó una época y se convirtió en un histórico, y luego decidido a betocarrancear por Girondins de Burdeos de Francia (1996/97), otra vez en Standard Lieja (1997/98), Brescia de Italia (1998/2000), Ravenna Calcio (2000/01) y KSK Beveren (2001/02), en la Argentina, su apellido cobró mucha notoriedad por un azaroso hecho en particular: la suya era la figurita difícil de la colección Panini del Mundial de Italia ´90…

Entonces, por aquellos días era muy común escuchar en las plazas o en los recreos: “¿Tenés a Bodart? ¡Te cambio a Bodart!” ó la aún más seductora “Si conseguís a Gilbert Bodart mi mamá te la cambia por 1000 figuritas”. Y así, quien poseía aquel maldito retrato con el número 327 era envidiado y mirado por sus pares como una cebra rozagante y robusta en medio de una manada de leones cagados de hambre. Para entonces y sólo por esa razón, Gilbert Bodart se había vuelto una especie de mito en toda la Argentina…

La vida siguió su curso. Muchos llenaron sus álbumes de figuritas y otros, simplemente, abandonaron ante lo titánico de la misión. Por su parte, Gilbert Bodart jugó para la selección de Bélgica tan sólo en 12 partidos basura, de esos contra Chipre ó Luxemburgo por los que tanto Pfaff como Preud Homme ni siquiera salían de su habitación…

Una vez alejado de las canchas, nuestra figurita difícil probó con la dirección técnica haciéndose de abajo en clubes de la Segunda División de su país. CS Vise (2002/03), KV Oostende (2003/05) Eendracht Aalst (2005) y La Louviere (2005/05) lo tuvieron al timón de sus planteles.

Y fue, precisamente, en este último club donde Bodart quedó pegado por ser participe necesario en una red para “arreglos de resultados” al mandar a su equipo a perder en 10 jornadas consecutivas para beneficiar al empresario chino Zheyun Ye en las millonarias apuestas clandestinas de aquel país. Y después algunos se quejan de Mancuso…

Tras pasar un tiempo tras las rejas y ver como La Louviere desaparecía, Bodart y el resto de los implicados consiguieron aplazar el juicio hasta 2015. Pero el arquero no se quedó con eso sólo, eh. También se comprobó que nuestro héroe de la infancia tenía montado en diferentes pueblos fantamas de Bélgica una red de imprentas para producir billetes falsos que iban a parar a manos de la Camorra Napolitana… Si el apellido Vanderbroele es de origen belga ahí se explica Ciccone (?).

  

Pero claro, tampoco podían terminar ahí las desventuras de Gilbert Bodart. Crucificado para dedicarse a la dirección técnica de algún equipo, a finales de 2008 consiguió, casi por lástima, un trabajo como figura decorativa en las Grutas de Han-Sur-Lesse. Y ahí se comprobó que Bodart había mandado a un secuaz a robar las boleterías del lugar el día de mayor recaudación del año ¿Y eso cómo se comprobó? Cuando al allanar la casa del ladrón, se encontraron las huellas digítales del arquero en todo el lugar y hasta arriba de los fajos de billetes… ¡Y claro, si Bodart nunca se ponía los guantes!

En estado de depresión y esperando una condena de buenas a primeras, Bodart contó que todos sus males se deben a su adicción a los juegos de azar, los cuales lo hicieron contraer numerosas deudas… Un boludo. Si hubiera ido, escuela por escuela, a vender su figurita de Italia ´90, las hubiera podido pagar a todas…

Ciriaco