Fuera de Stock: Bora Milutinovic

Las Copas del Mundo FIFA, para todos quienes ya superamos los treinta años, tenían en nuestras epocas hormonales un encanto único y varios objetos de culto que, con sus inconfundibles aromas, texturas y sabores, nos hacían sentir, de antemano, que la gran cita del fútbol estaba a punto de tomarnos por asalto.

Los álbumes de figuritas, los logos por todos lados, los temas oficiales taladrándonos, los especiales televisivos presentando a estrellas de las que aún no sabíamos vida y obra, los horrendos spots con las figuras de los canales fingiendo alentar a la Selección, las rateadas de la escuela, la promesa de un canillita sobre la reserva de cada ejemplar de El Gráfic*. En fin, todo nuestro ser por el Mundial era eclipsado.

Si comparamos todas nuestras emociones con las que hoy por hoy inundan las psiquis de las nuevas generaciones, nos damos cuenta que, cosa más, cosa menos, ellos tienen prácticamente lo mismo. Sin embargo, el piberío actual tiene una carencia que no podrá conseguirse ni empardarse en miles de años: a ellos les falta Bora Milutinovic…

Acá viene la parte donde deberíamos escribir: “nació tal día en tal lado”, “jugó tantos años en tal club”, “a los dos años se fue a dirigir a otro equipo” “lo echaron por tal cosa”. Hasta podríamos señalar que se trata de un evidente caso de “Amor a la guita”.

Sin embargo, no. Preferimos quedarnos con las sensaciones que dejaba ese extraño personaje, casi siempre sonriente, desde los bancos de suplentes de equipos de las más diversas latitudes y religiones.

Por que… ¿qué era Bora Milutinovic? ¿Era un sabio? ¿Era un chanta? ¿Se llamaba Bora? ¿Bora es nombre de hombre o de mujer? ¿Cómo es que conseguía trabajo en todos los mundiales? ¿Cómo fue que dos países anfitriones le dieron las riendas de sus selecciones? Si era tan famoso y tan bueno… ¿Cómo es que nunca le ofrecieron un club grande de Europa? Cuando le impidieron dirigir a México en 1998 ¿Cómo hizo para, a las pocas semanas, agarrar a la generación dorada de Nigeria? ¿Cómo corno apareció por China?

Para nuestros jóvenes cerebros, nada quedaba muy en claro. Con ese nombre tan raro ¿Dé donde era? ¿Hablaba en español? ¿Hablaba en inglés? ¿Hablaba en yugoslavo? ¿Hablaba en chino? ¿Los hablaba a todos? ¿No hablaba ninguno? Probablemente, nunca lo sepamos ¿Y saben qué? Tal vez, lo mejor sea no hacerlo. Alcanza y sobra con no preguntar y quedarnos con el recuerdo de ese viejecito sentado en el banco.

Por que, en definitiva, cuando seamos viejos y el fantasma de cada Mundial pasado nos azote la memoria con mucha gente que ya no va a estar a nuestro lado, junto a Maradona, Stoitchkov, Rivaldo, Batistuta, Ciao, Diana Ross, Enzo Scifo y Roberto Baggio, va a asomarse Bora Milutinovic, con su corte de señora, sus anteojos culo de botella y su prolija sonrisa, haciéndonos sentir que nunca pasarán los años…

Ciriaco