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lunes, 30 de junio de 2014

Día 19 - Desapariciones

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El día 19 de nuestro periplo empezó raro. Raro porque después de casi una semana paró de llover y tuvimos una hermosa mañana (que disfrutamos desde la habitación del hotel, no sea cosa que el sol nos agarre en la calle). Raro también porque desde ayer no teníamos noticias de la Pantera. Tratamos de ubicar a nuestros amigos de La Comuna, pero no contestaban. Por último, raro porque nos habían invitado a comer un asado (otro más y van…) que incluía una nota para la señal local de Porto Alegre. Si bien En Una Baldosa tuvo en estos diez años apariciones esporádicas en la televisión argentina, aparecer en la TV gaúcha (que tiene un traveco negro al frente de una telenovela a la tarde, un show vespertino de culos llamado “Pánico”, un títere de loro que interactúa con la símil de Carmen Barbieri todas las mañanas, entre otras cosas) no era poca cosa.

Vinieron a buscarnos al mediodía. El auto no tenía espacio para todos, así que el Cabeza iba a seguirnos con el móvil baldosero. En el trayecto pasamos por la esquina de la casa donde habíamos visto el choque Brasil-Chile y le pedimos a Matheus que se desviara. Teníamos que rescatar a la Pantera. 

Tocamos timbre una vez, dos veces, tres… nada. No había respuesta. Golpeamos la puerta, la ventana, esperamos un poco más y finalmente bajó una mujer a ver quién tocaba. Estuvimos en esa casa no menos de cuatro veces en los últimos trece días, y a ella no la habíamos visto nunca. Era raro tener que explicarle que estábamos ahí buscando una pantera de peluche que habíamos olvidado el día anterior. Más raro aún fue que esta mujer nos abriera la puerta ante semejante argumento y sin habernos visto en su vida. 

Recorrimos parte de la casa. La Pantera no estaba. Buscamos en los ambientes contiguos. Nada de nuevo. Todo era silencio. La Comuna es una casa/hostel en la que siempre están de fiesta, así que el silencio reinante daba un marco más extraño al contexto. 

Nos fuimos con las manos vacías. Incrédulos con la situación. Si a Havelange se le había escapado la tortuga, a nosotros se nos había escapado una pantera de peluche en la tierra de Havelange. Nos comprometimos a volver cuando se despertaran y retomamos el camino hacia el asado. 

Unas cuadras más adelante, entre charlas y escuchando Andrés Calamaro de fondo (Matheus nos contó que en diciembre viajó a Buenos Aires sólo para verlo), notamos que el móvil baldosero ya no nos estaba siguiendo. Intentamos comunicarnos, pero fue en vano. Le mandamos un mensaje con la dirección de donde estábamos. Cabeza no llegaba. Mientras tanto, la carne estaba en el fuego. Y esto es literal. Acá el asado se hace con mucho (mucho) carbón. Nada de poner un fuego al costado. A medida que el carbón se va haciendo brasa, le tiran más encima y comienza el ciclo nuevamente. Se calienta pan de ajo, o se le agrega una especie de mayonesa de ajo y al fuego. Luego, a medida que la carne va saliendo se troza, se pone en una bandeja grande con una especie de pan rallado al costado (se llama farofa y es harina de mandioca con especias), y se come con la mano. 


Churrasco a la gaúcha

Al llegar, nos enteramos que los que iban a hacernos la nota tuvieron un contratiempo y no podían venir. La carne estaba lista, Cabeza desaparecido, la Pantera secuestrada y México-Holanda entonando sus himnos. Entre carne, goles y cervezas, seguimos mensajeando a nuestro integrante ausente sin obtener una devolución. Terminó el partido y a pesar de que todavía quedaba mucha cerveza, decidimos volver al hotel en busca de noticias.

Nos esperaron con tuits en cartulina (?)

En la recepción nos dijeron que la camioneta nunca había vuelto. Ya estaba lloviendo de nuevo. Al ingresar a la habitación, encontramos el celular del Cabeza sobre su cama. No sólo estaba desaparecido, también estaba incomunicado. El tiempo pasaba y empezaron las conjeturas. A todo esto, nuestro anfitrión Leonardo estaba al tanto de la situación y se acercó al hotel trayendo consigo a la Pantera sana y salva (o por lo menos eso creemos). 

Con la Pantera recuperada, el Cabeza no era el único desaparecido aún. También había desaparecido el fútbol: Grecia y Costa Rica aburrían desde el televisor. Eran más de las seis de la tarde y la única novedad era el creciente número de puteadas que recibíamos a través de las redes sociales por haber extraviado a la Pantera.
Fue entonces que decidimos ir a la comisaría.

 
                        Presente, ahora y siempre (?)

Imagínense una comisaría un domingo cerca de las 7 de la tarde. Bueno, esto era un cuartucho en una esquina con dos escritorios, pc y una sola persona atendiendo (sin uniforme o distintivo) con la expresión de una persona que tiene la obligación de estar en un lugar mientras el resto descansa. Le explicamos la situación. Nos respondió que necesitábamos esperar hasta la medianoche para poder enviar un mensaje de búsqueda de paradero, que todavía era pronto. 

¿Qué podíamos hacer hasta la medianoche sin saber nada? 

Otra vez al hotel. Cuando llegamos a la entrada los teléfonos levantaron la señal de wifi y recibimos un mensaje: “Se nos quedó la camioneta hoy. Estoy en el hotel”. La camioneta se había quedado en una de las curvas, nos había hecho luces, tocado bocina y nunca lo percibimos. El móvil baldosero no tenía combustible. Perdido por perdido, se fue a dar una vuelta al shopping con su mujer. 

Aliviados por estar todos juntos de nuevo, decidimos esperar a que terminara Grecia-Costa Rica y salir a desahogarnos ahogándonos en alcohol. Pero era domingo, llovía y acá todo cierra temprano. Los locales de Cidade Baixa estaban bajando la persiana. Y nos quedamos con las ganas. 

Nada raro.
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9 comentarios:

  1. La Pantera esta con signos de dolor agarrandose el tujes, cuenten la verdad, tuvo más orteadas que Tortosa.

    Tiro-loco

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  2. Cuando perdieron a la Pantera me agarro un bajón p̶e̶r̶o̶ ̶l̶a̶ ̶p̶u̶s̶e̶

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  3. #ElPollerudoDeUruguay se fue a hacer shopping con su esposa mientras ustedes dejaban la vida para rescatar a la pantera culo roto...increíble

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  4. ¿ No hay manera que la pantera hable? Me acuerdo que en un único episodio, la escuché hablar.
    Ojalá pueda contarles que pasó en este periodo de ausencia (o no, capaz que no quiera hacerles saber que tal vez haya estado relacionada con gente de conducta y/o sexualidad cuestionables)

    Y el yorugua estaba llorando a mares, escondido por ahí.....cuando pudo parar y lavarse la cara para borrar huellas, inventó toda la sanata de la nafta y demás.

    Imaginen que en un viaje allá en Brasil que es tan grande con el botija , en medio de una ruta medio desierta se quedan sin nafta en serio: se convierten todos los demás en un medallón de lomo, ojo lo que hacen y adónde van.

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  5. El "no se olviden de cabeza" era totalmente innecesario.

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  6. A la pantera se la reculearon todos los barbetas de la foto anterior.Le hicieron el famoso "orto comunista"
    El Cabeza se fue de paseo con la jermu para que deje de romperle las bolas. Por la descripción que dieron la televisión brazuca es alta garcha pero recontra ideal para uds. Abrazo putos

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  7. La pantera tiene el mismo destino que el pato de click perdiendo el control..

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  8. Rescaten la Pantera garcas!!!!!!!

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  9. ¿Habrá sido ojeteada? Digo por la postura....

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