No es que uno quiera ser pájaro de mal agüero… pero yo les recomendaría a cuatro argentinos amiguitos míos y a otro uruguayo que no canten victoria de antemano sobre su segura presencia en el Mundial 2014.
Y no por que uno hable motivado por la envidia –que la tengo, claro-
sino por que hay varios casos de protagonistas que se ahogaron en la
orilla aún después de remarla hasta más de cuatro años.
Las causas de estas ausencias son casi siempre las mismas: enfermedades, que se te caiga el avión (?), en fin… Sin intentar adentrarnos tanto en las razones que tuvo La Parca para actuar y para evitar la morbosidad extrema de algunos y la sensiblería barata y pacata de otros; hoy vamos a hablar de dos casos emblemáticos de protagonistas que dieron todo por un Copa del Mundo… y de hecho, dieron todo (?).
Después de todo, cada cuatro años y durante el primer semestre, lo
primero que piensa la mayoría de nosotros ante un deceso de cualquier
índole es: “La puta madre, fulanito se perdió el Mundial”, tal el grado de inconsciente subordinación al que nos tiene sometidos la FIFA.
Elio Rossi, Marcelo Polino, Juan Pinto Durán y Carlos Dittborn
Nacido en Río de Janeiro por circunstancias del destino, Carlos Dittborn fue -junto a Juan Pinto Durán- el factor principal para que a Chile se le adjudique la organización del Mundial de 1962, en el Congreso de la FIFA en Lisboa en 1956.
Presidente de la Universidad Católica (1953/54), Presidente de la
Confederación Sudamericana (1955/57) y Presidente designado del Comité
chileno pro organización del Mundial, su mayor mérito fue comerse crudo al candidato argentino, Raúl Colombo, con su brillante oratoria.
Tras realizar una eximia alocución en un perfecto inglés, Dittborn lanzó una frase que quedaría grabada a fuego en la historia: “Por que nada tenemos, todo lo haremos”,
dicho esto para contraponer la arrogancia de nuestro emisario, quien
altanero y en argentino (?) minimizó las chances de Chile y manifestó: “El Mundial podría realizarse mañana mismo en la Argentina”.
Una vez adjudicada la organización a Chile, La Parca hizo lo suyo y se llevó a Juan Pinto Durán en 1957 y luego hizo estragos con el terremoto de 9,5 grados en la escala de Richter de mayo de 1960, que dejó más de 50.000 muertos y un país reducido a escombros. Por esta razón, las ocho sedes originales fueron reducidas a cuatro.
Con su frase de cabecera como arma de seducción y motivación,
Dittborn se puso a trabajar de manera casi insalubre para que no le
quiten la sede a su país y se llegue en tiempo y forma con los
compromisos asumidos. El objetivo se cumplió, pero una pancreatitis aguda dejó huérfano al Mundial de Chile apenas 32 días antes que empiece a rodar la pelota. Tenía 38 años…
John “Jock” Stein fue una leyenda del Celtic de
Glasgow –equipo del que fue el primer técnico no católico y con el cual
perdió la Copa Intercontinental de 1967 frente a Racing- y luego la
autoridad papal (?) de la Selección de Escocia, a la que consiguió meter en el Mundial de España ´82.
En septiembre de 1985, por el Grupo Eliminatorio 7 de la UEFA camino
al Mundial de México, Escocia llegaba a la última fecha igualada en 6
puntos con Gales y España en el primer lugar.
Los polleritas debían lograr al menos un empate para asegurarse -por diferencia de goles- un lugar en el Repechaje contra la semi profesional Australia, ya que se descontaba que España iba a lograr el primer puesto al enfrentar a la siempre débil Islandia en Sevilla.
Y fue así que, en medio de un clima bélico digno del viejo fútbol
británico, Gales recibió a los pupilos de Stein en Cardiff y hasta se
puso en ventaja a los 10 minutos con un gol del legendario delantero
Mark Huges. Hasta ahí, Escocia se quedaba afuera de todo…
Cuando las ilusiones -o mejor dicho, los segundos- se desvanecían y Stein permanecía curiosamente inmóvil en el banco de suplentes, el volante Davie Cooper empató, de penal, a falta de 10 minutos. Escocia volvía a estar en carrera…
Tras aguantar la carga galesa a los ponchazos, cuando el árbitro pitó el final, todos los escoceses iniciaron el festejo. Todos menos Stein, claro, a quien se llevaron al vestuario en medio de un infarto que se había desencadenado mucho antes del penal que selló el resultado.
Una hora después, su ayudante, Alex Ferguson, le comunicaba el deceso de Jock Stein tanto a sus jugadores como a la prensa.
Luego, él mismo dirigió a Escocia en el Repechaje y también en el
Mundial de México. Sir Alex le hizo honor a su mentor, aunque no cumplió
con ese axioma que nos acompañó a todos durante más de 20 años y que
rezaba: “Este viejo choto se va a morir dirigiendo al Manchester United…”.
Video no apto para impresionables…
Ciriaco










0:29 los huevos del tío de Gareth Bale (?) para trabar la bocha contra dos polleritas y despues tirar el centro atrás...
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