Son Decisiones: La mariconeada (?) de Rivaldo

  

Hoy, con todo el planeta, incluido minitas (?), debatiéndose entre si Luís Suárez estuvo bien o mal sancionado, recordamos otra acción controversial que, en su momento, también dividió las aguas, generó polémica y hasta llegó a ser castigada. Pero claro, con la severidad que pone una madre primeriza cuando a su bebé de apenas un año se le cae un pedazo del helado…

Hablamos de aquella teatral jugada que tuvo como protagonista al crack brasilero Rivaldo quien, si bien no probó la carne de nadie como si lo hizo el yorugua, fue un claro ejemplo de antideportividad y, a la vista, intencional poca hombría…

El Delorean nos ubica en el día 3 de junio del nefasto año 2002 en el Munsu Stadium de Ulsan, Corea. Era el debut en el Mundial de una castigada y poco candidata selección de Brasil, que había penado en las Eliminatorias y que llegaba con la mayoría de sus estrellas averiadas, amén de una nueva ausencia de Romario.

En frente estaba la selección de Turquía que, además de ser la mejor generación de futbolistas que le entregó ese país a una Copa, era una banda de entrañables forajidos que hacía recordar a los búlgaros de 1994. En teoría un partido atractivo, aunque todos tuviéramos sueño o hayamos estado a punto de irnos a laburar.

Más allá de un par de tiros desde lejos de los brasileros, el primer tiempo fue para Turquía, quien manejó la pelota a gusto y también supo meter rápidas contras. Precisamente, en una jugada de esta índole, a los 44 minutos Yildiray Bastürk le metió un pase riquelmeano a Hasan Şaş, quien batió a Marcos y salió a festejarlo sin gritarlo y poniendo su mejor cara de turco tramposo. Hasta ahí, era todo alegría…

Pero claro, como la felicidad siempre es efímera, a los 5 minutos del complemento Ronaldo empató con una especie de patada voladora después de un genial centro de Rivaldo. A partir de ahí y nobleza obliga, el partido fue todo para los negraos, quienes llevaron peligro varias veces al arco de Rüştü Reçber y hasta tuvieron un gol anulado por un claro off side. 

A todo lo que por si solo significa El Scratch, hubo que sumarle, claro, la labor del impresentable árbitro surcoreano Young Joo Kim, quien sacó tres amarillas a pedido de Roberto Carlos, cobró mancha y metió a los turcos contra su arco. Y después algunos se sorprenden con Nishimura…

La primera fulera que se mandó el coreano fue a los 87 minutos, cuando cobró como penal un agarrón de Alpay Özalan sobre Luizão. Si bien la falta existió, la misma fue claramente afuera del área. Eso, claro, para todos menos para Kim, quien amagó con mostrarle una amarilla a Alpay, se arrepintió en el camino y finalmente le sacó la tarjeta roja directa, además de negarse a darle la mano pese a la persecución e insistencia del turco.

Pero eso no fue todo, la cereza del postre ocurrió a los 94 minutos cuando cobró un corner inexistente a favor de Rivaldo –la pelota nunca había salido de la cancha- quien dejó morir el tiempo al lado del banderín sin ir a buscar la Fevernova. Hakan Ünsal se solidarizó (?) y le “alcanzó” la pelota con un tiro fuerte a las piernas. Y ahí vino la escena grotesca.

Rivaldo gritando y jadeando como una madre, agarrándose la cara y saltando en el lugar como un pez recién sacado del agua, para después tardar un par de minutos en “recuperarse”. Triste. Si hubiera un medidor de vivezas, esta clase se ubicaría entre las más deplorable. Tal es así que hasta los propios diarios brasileros destacaron la “vergüenza”, misma emoción que traspasaba con creces la pantalla del televisor. ¿Y el árbitro? Segunda amarilla y tarjeta roja para Ünsal, obvio.

 

Tras el Premio Estrella de Mar a Rivaldo (?), Denilson sacó corto el tiro de esquina y ahí mismo murió el partido. Ridículo. Sin embargo, tanto para Rivaldo como para Young Joo Kim el partido siguió toda la semana. En principio, el Comité de Disciplina de la FIFA tuvo una primera reunión y manifestó que el brasilero no iba a ser sancionado por que no podían, bajo ningún punto de vista, volver a rearbitrarle la jugada al referee. Expediente archivado ¿Expediente archivado?

Llamado a hacer justicia ante el dolor e indignación de su pueblo, el turco Senes Ercick –vicepresidente de UEFA- manifestó que a Rivaldo lo iba a juzgar directamente el Comité Ejecutivo de FIFA -que tenía esa potestad- ya que el propio jugador había declarado “haber hecho un poco de teatro”. Además, la acción era repudiada abiertamente por casi todas las delegaciones –con Alemania, Argentina y España a la cabeza- excepto, claro, por los propios jugadores brasileños.

Y ahí fue cuando el Comité de Disciplina hizo una imprevista e inexplicable segunda reunión e hizo valer las nuevas reglas de simulaciones que estaban estrenando en ese Mundial. ¿Cuál fue la pena ejemplificadora? Unos 10.000 francos suizos (6946 Euros) a pagar por la Confederación Brasileña y ahora si, expediente archivado. Muy trucho.

Más allá de las notables distancias entre este caso y “el caso Suárez”, no queríamos que termine el Mundial sin ponerla destacar como la FIFA siempre se acomodó los Diez Mandamientos a conveniencia, en la supuesta protección de su producto. Aquella Copa de 2002 con todos los obsequios a la selección de Corea y las demás licencias que también recibió La Canarinha –como muchas veces en su historia, no hace falta explicar su poder e influencia- son apenas una muestra de ello…

Como ejemplo, basta recordar que todas las expulsiones por agresiones fueron multadas con dos fechas de suspensión excepto el patadon criminal de Ronaldinho sobre el inglés Danny Mills en Cuartos de Final, que fue sancionada sólo con una fecha y le permitió al Gaúcho jugar la final contra Alemania. Injusto para con todos, justo para con Dinho, que sentimos debía estar en ese partido.

A todo esto ¿Y el árbitro coreano? No lo mandaron a casa por que ya se encontraba en la misma (?), pero con aquel partido también falleció su carrera en el referato. Después de todo y aunque juró no equivocarse en ningún fallo, sólo se trataba del más débil de esta historia. Un verdadero profiláctico…

Ciriaco