Día 12: Un, doix, tré, viva l'Algérie

Partido en Porto Alegre, segunda fecha del Grupo H. Solo eso sabíamos cuando compramos las entradas en agosto del año pasado, después el sorteo de grupos supimos que ese partido era Argelia - Corea del Sur. "Ah listo, qué baldosero" fueron los primeros comentarios que recibimos, "qué partido de mierda" y "¿para qué van a ver a esos muertos?" fue lo que mas escuchamos de parte de la gente que no venía a Brasil o que venía pero sin ninguna entrada en el bolsillo. Con el resultado puesto podríamos parafrasear al Dié pero no, todavía no somos tan hijos de puta.

Salimos tarde para el Gigante de Beira Río, otra vez tuvimos que recorrer las 30 cuadras a una velocidad prohibitiva para nuestro estado físico; en el camino cruzamos a varios argentinos mendigando entradas para el partido contra Nigeria, a una banda de travestis, al León Marulo, a unos militares bajando instrumentos musicales, a un grupo bastante grande de la Policía de Argelia y a muchísimos brasileros. Nos causaba sorpresa que no hubiera muchos argelinos y que los coreanos brillaran por su ausencia pero todo tenía una explicación: nosotros estábamos llegando tardísimo, ellos ya estaban cantando los himnos en el estadio.

Cansados como argelino en patera nos instalamos en el estadio un minuto después del puntapié inicial y lo primero que nos llamó la atención fue como alentaba la barra de argelinos que estaba detrás de los bancos de suplentes. A la entrada nos sorprendió la presencia de muchos policías argelinos, después de verles las caripelas a los barras africanos entendimos todo. Si cabe el prejuicio, los tipos vivieron el partido con "actitud musulmana" (?), estaban mas preparados para pelear contra la corrupción del mundo occidental que para alentar a su selección en el mundial.

Con el partido 3-1 se les dio por sacar una bandera que vaya uno a saber que decía, eso generó la entrada de los vigilantes que trataron de sacarla pero Argelia Inteligencia la empezó a pasear por toda la tribuna mientras los giles de campera fluo iban de un lado a otro. Si, estamos bancando la cultura del aguante, pero del aguante a los que se independizaron en la década del 60.



El partido lo vieron todos, ni da comentarlo (?). Fue lo que todos nos deseaban hasta el primer gol argelino, después de eso se transformó en lo que nosotros deseábamos: ataque por ataque y que la mayoría termine en abrazo a una holandesa en gol o en por lo menos un uhhhhh de la tribuna que postergue a la ola infame por treinta segundos mas.

Como sabemos que volveremos a nuestras raíces, no queremos dejar de lado a nuestros lavanderos preferidos, así que destacaremos lo mejor de la selección de Corea: su defensa hinchada.

Los coreanos  además de ser menos, eran mas pacatos. Se podían distinguir tres grupos y cada grupo tenía un líder que, fiel al estilo rioplatense, miraba el partido de espaldas y ordenaba lo que se tenía que cantar. No con amenazas como acá sino con un estilo mas Zubin Mehta (?), mas ordenados en la tribuna que en la cancha los asiáticos. Lo bueno es que afuera del estadio dejaban el acartonamiento de lado y tomaban como un sudamericano mas.

Después del 3-0 de los primeros 45 minutos, el partido se prestó para que los neutrales hiciéramos lo nuestro; selfies (?), VOT SI, cervezas y demás pelotudeces distorsionaron un poco un juego que todavía tenía un último dejo de rebeldía de parte de los asiáticos que a través de su espantoso número nueve llegaron al 1-3 que le agregó algo de Copa Libertadores a un partido que había perdido todo su atractivo.

Hubo un par de ataques mas de parte de Corea del Sur, desperdiciados por la incapacidad futbolística de sus delanteros y cuando la mitad del estadio pedía por otro gol rojo, apareció una jugada del ataque argelino que sepultó la ilusión de ver un 2-3 que termine a las piñas en el minuto 89.

Con el partido 4-1 los gaúchos bajaron la persiana y empezaron a cantar el himno de Río Grande do Sul, que enganchó su final con un hermoso PAULISTA VIADO / PAULISTA VIADO que nos emocionó hasta las lágrimas. El descuento de Corea no le importó a nadie, solo sirvió para la estadística mundialista y para la nuestra, que sumó once goles en dos partidos.

La salida del estadio fue hermosa, los argelinos tenían una alegría equivalente a la de los occidentales cuando no explota el coche bomba; a diferencia nuestra y en perjuicio de los bolicheros, el alcohol no circulaba entre los triunfadores, por mas que estuvieran viviendo algo histórico (32 años sin festejar, casi como Racing) respetaban su religión sin dudarlo. Me gustaría creer en algo que no sea el porno de la manera en que estos tipos creen en Alá, el Islam y todas sus películas.

Pero te hizo cuatro goles Argelia, boludo.

No teníamos muchas expectativas con este partido pero En Una Baldosa lo hizo: seis goles y primera victoria argelina en los mundiales desde España 1982. Tomá Morón, tomá Chicago, para vó papi, festejá con la Banda Militar de Porto Alegre: